Por Ana Palacios
Tal vez será Bimbo nuestra ángel feminista, quien en la mañana del 28 de Octubre nos instó a las pibas a vetar y difundir boliches dirigidos desde la misoginia.
Entre muchos otros espacios mencionados y denunciados ante la justicia feminista, el escrache, apareció TARGET, también conocido como tgt, un pequeño bar ubicado en Mitre y Alsina, Quilmes.
Desde la clandestinidad, un limitado sector de pibas y pibes asistían al bar porque “los tragos son baratos”
Pero los precios no vienen solos, y como siempre, las pibas pagamos.
“Ponete porni bebé” grita desde la barra Mauro, el dueño.
Luego de haber sido clausurado aquel pequeño espacio; Target, ampliado, nuevo bar, nueva barra, nueva locación (Garibaldi 255)
nueva cartelera:
“Putas sanjo”
“Cómo me calenti el Alemán”
“Porni midlans”
Eran los nombres de los tragos que tan baratos se suponía pagaban.
San José, El Alemán, Midlands, son colegios Quilmeños.
Los tragos baratos los pagamos las pibas, los pagamos con sexualizacion de menores a manos del dueño de un bar.
Los pagamos con cosificación.
Y lo que pagamos le da la oportunidad de abrir nuevos bares, y legitimar carteleras.
Así, Mauro, respondió “son chistes internos” con condescendencia misógina.
Lo privado ya no es privado macho, las pibas venimos a romper esa concepción.
Nos replanteamos que consumir y a quiénes darle de comer.
No nos callamos mas, nos organizamos y escrachamos, porque al macho que no se adpta ¡Justicia feminista!